No debemos olvidarlo, los líderes que verdaderamente han inspirado a lo largo de la historia son aquellos que han conseguido, con su actitud y con su ejemplo, transformar la conducta de la gente.
En la economía digital se compite contra el talento, un contexto donde experiencias y emociones son fundamentales: exige de todos nosotros una habilidad para inspirar a nuestros colegas, a nuestros equipos y a nuestros directivos.
Esta energía transformadora hará posible que nuestras empresas triunfen y creen valor. Los líderes que inspiran consiguen que las personas vean, sientan y transformen su entorno. Con un espíritu de lucha sin treguas ponen en marcha un movimiento, y la gente les sigue a cualquier parte. Además, esta energía es contagiosa.
Mantener una actitud positiva, creativa, constructiva y apasionada, son, sin duda el mejor ejemplo que podemos darle a las personas que nos acompañan en el camino de la vida.
No digas nunca: ¡De jueves: a ver si se acaba la semana!, porque el domingo por la noche estarás tremendamente frustrado, agotado: el lunes te estará esperando de nuevo.
No digas nunca: ¡Imposible!, porque no podrás llegar a descubrir lo que eres capaz de hacer.
No digas nunca: ¡Estoy cansado, no puedo más!, porque ya tendrás tiempo para descansar cuando las luces de este mundo se hayan apagado.
Silvia Leal lo define muy bien: se trata de inno-líderes.
En la economía digital, y en los procesos de transformación que han tenido éxito a lo largo de la historia, inspirar no depende de las estructuras jerárquicas ni de la posición que ocupamos en los organigramas: depende de la pasión y de las metas que nos propongamos, de nuestra capacidad de amar aquello que hacemos, y transmitirlo con nuestro ejemplo.
Lo mejor que podemos hacer es ofrecer, en todos los ámbitos, la mejor versión de nosotros mismos.
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