Todo parece indicar que en los próximos años entraremos en una nueva era en la que se impondrá un nuevo paradigma de relación entre los seres humanos y las máquinas: interacciones más inteligentes, con dispositivos y sensores autónomos, que analizarán información, tomarán decisiones o ejecutarán tareas que hoy realizan personas. En cierta medida, llevamos bastante